Las dudas de sueño son habituales en la zona occidental y es que pretendemos que nuestros bebés duerman como adultos cuando aún no lo son. Son relativamente pocos los estudios que hay sobre el sueño del bebé, pero en ellos hemos visto que lo mejor para el sueño de nuestro bebé y para nuestro bienestar personal es conocer cual es su comportamiento normal para que tengamos paciencia,
Gema López, asesora de lactancia y experta en sueño del bebé, ha tenido la amabilidad de cedernos un poco de su tiempo para responder a unas cuantas preguntas del sueño infantil. Espero que os guste y os traiga un poco de luz.
Comencemos:
- Cuéntanos un poco de ti, donde adquiriste tu formación como asesora
Mi primera formación como asesora de lactancia fue en 2015, de la mano de una comadrona IBCLC. Con ella empecé un camino que nunca más he dejado, pues cuanto más sé más quiero saber, y seguí mi formación con FEDECATA, FEDALMA, la AEP, la IHAN y ACPAM entre otros. En cada curso se tocaba el sueño infantil y como también es un tema recurrente en los grupos de madres y además siempre me ha interesado mucho, decidí hacer un curso especializado en ello en el Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI), de la mano de María Berrozpe y Rafi López junto a otros docentes como James McKenna, Nils Bergman, José María Paricio, Gonzalo Pin y otros grandes especialistas.
- Resúmenos un poco como es el sueño en general en cada etapa del bebé (sueño ultradiano, cuando incorporan todas las fases del adulto, …)
El primer sueño de los bebés, es un sueño bifásico que no se pueden distinguir aún unas fases concretas tal y como las conocemos. Son dos fases de sueño profundo y sueño ligero que se alternan y tienen una duración breve, ya que está previsto que su alimentación sea muy frecuente.
El ritmo es ultradiano al nacer, es decir, el día y la noche forman un todo.
Lentamente, a base se estar expuestos a la luz, los sonidos y los estímulos de ambas situaciones es que va apareciendo el ritmo circadiano, alrededor de los 4 meses, donde ya la noche, a nivel sueño, tiene un peso más específico.
Poco a poco esas dos fases iniciales se empiezan a dibujar como REM y NoREM y es partir de, aproximadamente, los 4 meses cuando se amplían las fases de sueño hacia una arquitectura más parecida a la que tenemos los adultos. Esta es una etapa que puede ser complicada para algunos bebés porque de repente se despiertan sin saber cómo ni porqué y no saben aún cómo volver a dormirse. Además, algunos se molestan y protestan mucho porque realmente lo que quieren es seguir durmiendo y pocas cosas fastidian más que querer dormir y no poder.
- Más o menos por etapas, ¿nos podrías decir las horas aproximadas que debe dormir un bebé? ¿A qué edad van perdiendo las siestas?
La cantidad de horas exactas de sueño que necesita un bebé es muy difícil de predecir, puesto que cada niño puede tener unas necesidades diferentes y el margen de normalidad es muy amplio. Para hacernos una idea, un bebé de un mes puede necesitar 9 horas/día y otro 19 horas/día y ambos están dentro del percentil de sueño normal. Es decir, puede haber una diferencia de hasta 10 horas entre dos niños siendo en ambos un sueño fisiológico.
Es por eso que según que fuente se consulte se encuentran cantidades diferentes de horas.
No obstante, a medida que avanza la edad del niño, ese margen tan amplio se va estrechando hasta llegar una más o menos uniformidad (unas 4 horas de diferencia) en torno a los 16-18 meses.
Lo que más nos debe guiar es el propio niño. Un niño que duerme lo suficiente es un niño risueño, activo y alegre que se despierta espontáneamente y de buen humor y que durante el día no esté excesivamente cansado, somnoliento, apático, irritable o demasiado excitado.
Si necesitamos una guía, a parte de la observación de nuestro hijo, podemos tomar las estadísticas que nos indican, aproximadamente que:
- 1-2 meses –> 12-18 horas/día
- 3-6 meses –> 10-17 horas/día
- 6-12 meses –> 10-15 horas/día
- 12-24 meses –> 11-13 horas/día
- >2años –> 10-12 horas/día
Pero sobretodo, no olvidemos que las estadísticas son eso que dice que si yo tengo dos y tú ninguno, tenemos uno cada uno.
Y lo más importante, no dejemos nunca de mirar a nuestro hijo por mirar una tabla. Él es quien sabe de su sueño, y nunca deberíamos intentar que encaje en unas cifras que son solo eso, cifras obtenidas de medias. Nuestro hijo es único.
- Inquietudes de las madres.
– ¿Es normal que duerman pegado al pecho?
Sí, es lo esperado en nuestra biología. Dormir al pecho y en compañía. Culturalmente, hay sociedades en las que el sueño en compañía no es la norma, y se genera un problema entre lo que se espera y lo que se debe. Sin embargo, vivimos en sociedad y puede ser importante asumir las normas de esa sociedad (todas o sólo algunas). Eso es algo que debe escoger la familia, libremente.
Pero un buen día el niño dejará el pecho (o se lo dejaremos de dar), no hay ningún niño que llegue a la adolescencia durmiéndose sólo a la teta.
– ¿Existen estrategias para que duerman mejor?
Se pueden facilitar aquellos condicionantes del sueño en los que podemos intervenir, como la luz, la alimentación, la actividad física, la angustia de la separación, los miedos, la temperatura, los ratos en familia y al aire libre…
Un ABC podría ser:
- Actividades al aire libre mañana y tarde
- Respetar y propiciar las siestas
- Nada de pantallas ni luces blancas o azules desde media tarde
- Bajar estímulos a partir de media tarde
- Después de cenar, un espacio tranquilo en familia, en un ambiente agradable con luces tenues.
- Ropa holgada, sin etiquetas ni costuras que molesten
- Temperatura agradable, ni frio ni calor ni corrientes de aire
- Pañal cómodo, que no esté apretado.
- Sabanas de algodón
- Mil besos, arrumacos y susurros de amor para dormir
– ¿Existen estrategias para que duerman solos en su cuna?
Podemos empezar con la cuna pegada a nuestra cama y poco a poco ir ganando distancia: subir barrotes, separarla un poco, separarla más.
Siempre tiene que haber una transición, dar tiempo a que se siente seguro en una situación y entonces dar un pasito más. Esperar a que éste se afiance y entonces dar otro pasito.
Hay que procurar que la cuna no esté fría (cosa que suele ocurrir) y podemos dejar en ella nuestro olor, poniendo una sábana en la que hayamos dormido nosotros un par de noches, por ejemplo.
– ¿Por qué algunos bebés se despiertan en la madrugada y tardan en volver a dormirse?
Durante la noche se dan múltiples despertares y en la mayoría se vuelven a dormir relativamente rápido, pero al ir llegando a la madrugada, los niveles de melatonina son cada vez menores y se empieza a segregar el cortisol necesario para despertarnos por la mañana, de tal manera que un despertar cercano a las 6 será mucho más difícil de reconducir que uno que se dé a las 3 de la noche.
– ¿Es normal que los bebés se despierten asustados?
No es lo normal, pero puede ocurrir. Quizá se ha despertado notando que está solo, quizá no entiende porqué se ha despertado cuando él quiere estar dormido, quizá ha oído algún ruido que le ha dado miedo o quizá tenía un sueño que le asustaba y aún no puede discernir la realidad del sueño y para él, el sueño es una realidad.
Cuanto más cansados y con sueño se van a la cama, más probabilidades de que ocurra.
Gracias Gema por tan maravillosa entrevista
Podéis contactar con ella en www.gemmalopezlactancia.com o en su instagram @gemmalopez_lactancia.
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