Cuando llega el año, nuestros bebés pasan por un salto mental grande y a esto le sumamos que su crecimiento se ve enlentecido. ¿Qué ocurre?
Primero:
Muchos bebés a esta edad se desplazan solos con mucha facilidad, gateando o incluso caminando o corriendo, esto les da esa independencia tan anhelada por el ser humano, pero esta independencia puede generarles miedos e inseguridades a la vez, aumentando su ansiedad, la cual se calma demandando a mamá, y si toma pecho, aumentando sus tomas pecho, pues la succión del pecho, es la herramienta natural que tiene el ser humano para calmarse a cortas edades.
Nuestros peques van a buscar su independencia a toda costa, pegándonos, haciéndonos rabietas cuando no les damos algo, huyendo de nosotras, pero siempre siempre, querrán volver a nuestros brazos, cuando algo les haya superado y no sepan gestionarlo.
Segundo:
Al año de vida nuestros bebés triplican el peso de nacimiento (hablamos de bebés nacidos a término y sanos), y crecen de media unos 25 centímetros. Esta velocidad de crecimiento no la van a volver a tener en ninguna etapa de su vida y esto es lo que hace que hasta el año, demanden mucho alimento, tanto pecho/fórmula como alimentación complementaria. Pero cuando llegan al año, este crecimiento se ve enlentecido, es decir, dejan de crecer a tanta velocidad y como consecuencia su apetito se ve reducido, pues ya no necesitan tantas calorías. Vivimos en una sociedad donde nos pensamos que comemos para crecer, cuando en realidad, comemos porque estamos creciendo. Si es verdad que si un niño tiene problemas nutricionales, su crecimiento se ve enlentecido, pero es en el caso en el que no se estén dando los nutrientes que ese niño en cuestión necesita cuando su cuerpo está creciendo. Y, ¿Cómo sabemos eso? Por su demanda de alimentos. Si nuestro bebé está sano y hasta el año ha ido creciendo de forma correcta y nosotros como padres nos preocupamos por ofrecerle alimentos sanos y le dejamos alimentarse a libre demanda, el/ella siempre va a comer lo que necesite.
Un bebé que está activo/a, hace sus pipis y sus cacas de forma habitual, y se muestra sano (no apático, no cansado, no con somnolencia) y en las revisiones periódicas del pediatra podemos ver que esta creciendo de forma correcta, es un bebé que se está alimentando estupendamente.
¿Qué ocurre con el pecho?
Muchos padres y la sociedad piensan, que si dejara el pecho, de tomar tanta leche, se alimentaría mas. Lo cierto es que demandan el pecho por esa necesidad emocional, esa succión tan plácida que les calma, y ya de paso, se alimentan un poquito. Algo que debería calmarnos si no come «nada» en todo el día, pues sabemos que al menos está tomando una leche rica en nutrientes y grasas saludables. Si nosotros les privamos de esas tomas, a lo mejor comerían un poquito mas, pero ni de lejos compensará todos lo nutrientes que si que recibe de una toma de pecho.
Así que mapadres, si tu bebé toma pecho a tan alta demanda y se muestra sano aunque comiendo «poco», no desesperes, es una etapa, una de las muchas que pasará nuestro bebé. Solo debemos tener paciencia. y ¡No DESTETAR SI NO QUEREMOS!
Si te han gustado mis palabras, déjame un comentario.
Besitos y abrazos de esta mami zombi
Imagen de Arturosafronovvvv de Freepik
0 comentarios